Un día cuando la luna no salió
todo obscurecía, de repente salió el sol y la noche se convirtió en día. Por
eso no existe tiempo ni distancia, por tanto no existe una estación, y si ha de
existir, lo único que quiero es que habites en la de mi corazón.
Te dejo en
estas cortas letras mi cariño, porque las páginas de mi libro has de leer el
día que comprendas cuanto te amaré.
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