A veces el silencio habla más
que las palabras y hay mentiras más reales que las verdades. A veces somos
constructores del camino y a veces solo somos esclavos de la libertad, somos
dueños del tiempo y al mismo tiempo dueños de nada.
No sé si soy ladrona de la
expresión o un compositora de las ideas sólo quiero pensar en actuar al andar
del arte de filosofar.
Hoy no sé si soy ying o yang hoy sé que mi mente es
para ti, hoy la compleja y relajada idea del pensar la dedicó a tu nombre; eres
dueño de tu tiempo puedes volver atrás o llegar adelante.
Cierra los ojos, has el
intento. No permitas que el efecto placebo se apodere de la imaginación. Tú
eres dueño de tu tiempo. Dueño de la rosas amarillas del que si quieres puede
ser tu realismo mágico.